En esta reseña del artículo elaborado por Fernández (2022), veremos las implicaciones del metaverso y su relación con las bibliotecas. El autor de «Facebook, Meta, the metaverse and libraries», comienza haciendo enfásis en los atributos de Facebook, particularmente en su operación masiva para iluminar tendencias tecnológicas en las redes sociales y la infraestructura global. Subraya que Facebook va más allá de las redes sociales tradicionales al darse a la tarea de desarrollar un ambicioso proyecto como lo es el metaverso.
Señala que esta transición de Meta apuntala las acciones de muchas empresas de tecnología en las que todas las organizaciones, incluidas las bibliotecas deben competir.
¿Qué es el metaverso?
“El ‘metaverso’ es un conjunto de espacios virtuales donde puedes crear y explorar con otras personas que no están en el mismo espacio físico que tú” (Bosworth, 2021).
Fernández (2022) argumenta que el metaverso impulsa no solo a Meta, sino también a muchas otras empresas tecnológicas importantes. Apple y Google están desarrollando auriculares de metaverso, Microsoft acaba de comprar Activision Blizzard, invirtiendo aún más en su plataforma de juegos, incluso McDonald´s está construyendo restaurantes virtuales que entregarán comida a su hogar, vinculando el metaverso con el mundo real. Además sugiere que el metaverso no solo lo están construyendo empresas conocidas, hay muchas empresas más pequeñas que esperan convertirse en parte integral del próximo metaverso.
Según el autor, no existe un consenso generalizado sobre qué es el metaverso fuera de las campañas de marketing y otras formas de ficción, pero lo que si existe es un conjunto de tecnologías y un aspiracional concepto acerca de como se podrián utilizar estas tecnologías.
¿Qué tipo de metaverso?
La creación de un metaverso tiene múltiples incógnitas significativas. Una de las distinciones más fundamentales a considerar es la creación de un metaverso abierto o cerrado. El advenimiento de la tecnología Blockchain ha hecho que muchos tengan la esperanza de que pueda servir para crear un ecosistema más abierto (Fernández, 2022).
Propiedad intelectual en el metaverso
Un aspecto fundamental para la forma en que el metaverso se cruzará con las bibliotecas será como se desarrolla la propiedad intelectual junto con la creación del metaverso. Todos los estudios de cine, empresas de videojuegos y agencias de publicidad querrán presentar su propiedad intelectual en estos mundos. En este sentido, las bibliotecas generan principalmente dos formas de valor, proporcionan servicios y ayudan a los usuarios a comprender y contextualizar la información.
El desafío es que el contenido que a menudo crean estos servicios integrales no suele ser contenido que una biblioteca en su sistema actual podría entregar a sus usuarios. Por ejemplo, una biblioteca no puede dar un libro físico a un avatar virtual. La biblioteca necesitaría licenciar el libro electrónico bajo un contrato. Sin embargo, no hay garantía de que las editoriales trabajen con las bibliotecas en este nuevo mundo (Fernández, 2020).
¿Por qué no hay un metaverso todavía?
Una de las preguntas sin resolver sobre el próximo metaverso es qué forma tomará. Second Life, un mundo virtual de avatares en línea con características similares a un metaverso, existe desde 2003. Se lanzó con bombos y platillos, anunciando una nueva era de conexión en línea que continúa en la actualidad.
En lugar de crecer exponencialmente y desarrollar sus funciones, Second Life dio paso en gran medida a experiencias sociales en línea más sencillas y fáciles de usar, como Facebook y Twitter. Uno puede imaginar tener una fiesta virtual con sus amigos cercanos, pero en la práctica, a menudo es más fácil compartir de forma asincrónica una breve nota sobre su vida en Facebook, una foto en Instagram o un video seleccionado en TikTok.
Además, está claro que el metaverso no es solo realidad aumentada, donde la información virtual se superpone a nuestro mundo físico utilizando dispositivos móviles. El metaverso puede incluir realidad aumentada y construirse a partir de esa tecnología, pero el metaverso no es solo una realidad virtual. La realidad virtual por sí sola no significa conexiones con otras personas que no están en el mismo espacio, aunque los cascos de realidad virtual y los mundos de los videojuegos pueden formar la base del metaverso.
El metaverso tampoco es una reunión virtual que tiene lugar en una sala de conferencias virtual, aunque eso también podría crear la infraestructura para el próximo metaverso. La similitud de estos ejemplos es un claro caso de uso existente. Las personas disfrutan aprendiendo sobre su entorno físico hasta el punto de interactuar con él virtualmente, para expandir su imaginación e incluir avatares virtuales dentro de su mundo social.
A pesar de los recursos y la aparente necesidad de un metaverso, el hecho de que aún no se haya creado un verdadero metaverso destaca una barrera importante para crear un metaverso, que es la interfaz. Estas interfaces no son un problema pequeño, ya que el concepto de metaverso es inherentemente social. Una experiencia social que no es satisfactoria no atraerá a la gente, lo que conducirá al fracaso.
Las bibliotecas en el metaverso
Fernández (2022) comenta que para aterrizarnos en este momento, uno puede recordar cuando existían las computadoras personales y los teléfonos celulares pero aún no se habían incorporado a nuestra vida cotidiana. Los expertos hicieron conjeturas bien informadas sobre qué tecnologías e interfaces de usuario serían importantes.
Los futuristas emitieron sus opiniones sobre las implicaciones de un mundo más interconectado. Sin embargo, pocos pudieron predecir con precisión los detalles de cómo las computadoras personales transformarían el mundo o qué aplicaciones dominarían.
Comprender el rango de posibilidades de cómo se podría desarrollar el metaverso ayuda a navegar por el papel que las bibliotecas podrían desempeñar a medida que emerge.
Es poco probable que las bibliotecas desarrollen tecnología de metaverso, pero pueden ser los primeros en adaptarse. Inherente al metaverso es una desconexión del espacio físico mientras se conecta simultáneamente con otros humanos. Aquí las bibliotecas tienen una ventaja, ya que su fortaleza radica en construir conexiones humanas para servir a sus usuarios, así como un motivo de preocupación, ya que las bibliotecas a menudo se construyen en torno a conexiones geográficas.
Además, dado que es probable que el metaverso altere el statu quo, el tipo de metaverso que se desarrolle debería ser de gran interés para los profesionales de la información. El metaverso probablemente cambiará la forma en que los usuarios acceden e interpretan la información, idealmente con bibliotecarios que sirvan como guías útiles. El metaverso puede exacerbar las tendencias existentes hacia la propiedad intelectual que podrían perjudicar a muchas bibliotecas.
Finalmente, un metaverso cerrado controlado por unas pocas empresas funcionaría de manera diferente a una gran plataforma interconectada, lo que podría limitar el acceso a la información que necesitan las bibliotecas.
De cara al futuro, el desarrollo del metaverso está destinado a cambiar los parámetros por los que funcionan las bibliotecas, con implicaciones para la accesibilidad de la información, así como posibles barreras tecnológicas.
Las mismas economías de escala y desconexión que podrían amenazar potencialmente a las bibliotecas también podrían ser una oportunidad para desarrollar nuevas asociaciones y marcos de cooperación, si los profesionales de la información eligen ayudar a dar forma al metaverso en lugar de reaccionar ante él.
Referencias
Building the metaverse responsibly. (2021, septiembre 27). Meta. https://about.fb.com/news/2021/09/building-the-metaverse-responsibly/
Fernandez, P. (2020). Books online: E-books, e-paper, and e-readers. Library Hi Tech News, 37(4), 19-22. https://doi.org/10.1108/LHTN-01-2020-0009
Fernandez, P. (2022). Facebook, Meta, the metaverse and libraries. Library Hi Tech News, 39(4), 1-5. https://doi.org/10.1108/LHTN-03-2022-0037
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